ue MATIAScual genera dolor y provoca que la cabeza se volee o rote hacia un lado.
El dolor muscular se localiza en la zona del cuello pero puede subir a la cabeza o bajar al hombro o espalda.
Pronóstico de la enfermedad[]
En bebés y niños suele resultar sencillo de tratar. En caso de volverse crónica, puede presentar entumecimiento y hormigueo, por la presión sobre las raíces nerviosas en el cuello.
Síntomas de tortícolis[]
Los síntomas que presenta suelen ser fáciles de detectar, entre otros podemos apreciar:
- Movimiento limitado en la zona del cuello
- Dolor de cabeza
- Dolor cervical
- Temblor de la cabeza
- Rigidez del músculo esternocleidomastoideo
- Postura anormal de la cabeza
- Hombro que está más alto que el otro
- Hinchazón en los músculos del cuello
Pruebas médicas para la tortícolis[]
Las pruebas médicas consistirán en un examen físico para detectar:
- Una posición incorrecta de la cabeza, como que la cabeza esté rotada, ladeada o inclinada hacia adelante o hacia atrás. En casos de mayor gravedad, la cabeza está desplazada y doblada hacia un costado.
- Rigidez y acortamiento o alargamiento de los músculos del cuello.
Estas pruebas pueden ser:
- Radiografía del cuello
- Tomografía computarizada del cuello
- Electromiografía (EMG) para ver los músculos afectados
- Resonancia magnética del cerebro
- Exámenes de sangre para buscar afectaciones asociadas
¿Cuáles son las causas de tortícolis?[]
Las principales causas de torticolis son las siguientes:
- Por motivos genéticos (de forma hereditaria).
- Problemas en el sistema nervioso, la parte superior de la columna o los músculos.
- Por una mala postura o movimiento brusco que cause una lesión muscular.
- Otros factores a valorar pueden ser el estrés y la fatiga.
- La afección puede aparecer sin una causa concreta.
En caso de tortícolis al momento del nacimiento, puede ser debida a una posición incorrecta de la cabeza del bebé mientras crecía en el útero o si los músculos o el suministro sanguíneo hacia el cuello estaban lesionados.
¿Se puede prevenir?[]
No hay una manera definitiva de prevenirla pero es recomendable evitar malas posturas, sobre todo a la hora de dormir o realizar ciertas actividades cotidianas.
También cabe destacar algunas técnicas de relajación o estiramientos en la zona cervical, que pueden reducir las probabilidades de padecer tortícolis.
Finalmente, una pronta detección puede evitar que empeore.
Tratamientos para la tortícolis[]
El tratamiento puede variar según la causa, ya sea por daño al sistema nervioso, columna o músculos del cuello. Según la afectación, se podrá realizar el siguiente tratamiento:
- Aplicar calor, masajes o tracción cervical. Esto puede aliviar el dolor de cabeza y cuello.
- Ejercicios de estiramiento.
- Inyectar botulínica o inyecciones en el punto para aliviar el dolor en una zona concreta.
- Usar collarín.
- La cirugía de la columna vertebral puede ser necesario en caso de que la tortícolis se produzca a causa de vértebras dislocados.
En el caso de tortícolis al nacer se debe estriar el músculo del cuello. En este caso, para niños pequeños y bebés, se realizan estiramientos y posicionamientos pasivos. Si estos tratamientos, que en general son eficaces, no funcionan, hay la opción de cirugía para corregir el músculo.
¿Qué especialista lo trata?[]
La tortícolis puede ser tratada por un especialista en Osteopatía o un Fisioterapeuta.
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